sábado, 19 de enero de 2019

Cartas a Cris

Cartas a Cris II
Vivimos de nuevo tiempos convulsos…¿cómo de nuevo?, ¿acaso Cris, hemos dejado algún momento de vivirlos? Recuerdo agosto, aquel cálido agosto…
Los eventos y circunstancias no ocurren solos, generalmente hay un espectro de mínimos a máximos, de intervención de personas. De hecho creo, que muchas “convulsiones” suceden provocados por acción directa de ciertos seres, los que además, mantienen el tono exaltado e irritante del contexto.
¿Recuerdas a Carmen, Cris?.
Continúa bloqueada por esos seres extraños, antes en la oscuridad plena, sin una luz mínima, ni una guía, en una continua y sistemática deportación, marginal, tú sabes…aderezada por y con discriminación, aislamiento, negación al desarrollo y participación, desprestigio, falsedades, silencios, hostigamiento, perturbación, amenaza…y otros intangibles y desmedidas miserias.  En estos momentos, y ya desde, algún otro despiste azorado de un alma vapuleado por estos seres, puso alguna cara a estos seres. Nada nuevo que no intuyéramos Cris, pero no nos atrevíamos a creer. Ahí están, unos adormecen, otros comienzan a apagarse, otros silentes apuran golpes represivos.  
Próximos a iniciar los pródromos de nuevo de un periodo incierto Cris, sabes lo que eso significa, nuestra aventurada Carmen, afronta no tanto por intrépida, como por valentía al continuo y tenso bloqueo, una acción-proyecto que solo cuenta con intenciones ajenas.
¿Recuerdas cuando hablamos del respaldo estructural, logístico… a proyectos? Lo contrario es de pobreza conceptual, si no es considerado, aunque lo sea, necesario, oportuno, estratégico y sostenible, el avance es incierto, inseguro, sobrexpuesto y abocado al cuestionamiento.   
Carmen solo dispone de apoyo informal y contabilizado. Pero la amenaza a la situación ya ha comenzado. ¿Recuerdas Cris, aquellos informales tóxicos? ¿Los de poder informal, al paraguas de poderes fácticos, políticos, y sectas de líneas intraprofesionales.? Hablamos de sus maneras, sus ataques, sus estrategias... Ya han aparecido. Algunos (as) tienen serviles que les hacen el trabajo por adelantado, se atreven a deslizarse entre profesionales indagando lo que les es ajeno, laboral y relacionalmente, en torno a Carmen. Luego ellos (as) hacen el segundo abordaje, menos sutil, más intervenido y mediatizado. Vileza y bajeza grado máximo, Cris. Esas cabezas de sección informales, sin responsabilidades, más que su desempeño en el marco de su puesto laboral deben tener poca ocupación en la búsqueda de resultados en salud, pues andan más preocupados (as) en vida ajena que en la propia y en sostén de allá, otra vida.
Pero somos nosotros Cris, los profesionales, quienes estamos dejando que esos informales negativos, tomen el control en las grandes organizaciones desde sus chiringitos tecno-clínicos. Adoptaron por puertas laterales a otros profesionales huidos, sí, sí, huidos, de otros espacios, acogiéndoles bajo el confort calorífico de sus alas y ahora caminan cual polluelos o soldados en breve, sin desviarse de la instrucción y probablemente futuros tóxicos formales. 

En ese tránsito dejamos a Carmen, a expensas de la deriva provocada, subclínica, prodrómica, clínica ya, y a falta de una definitiva resolución, en cualquiera de sus formas.

 
                                

sábado, 12 de enero de 2019

CASI, VIVE


Carmen sigue ahí, sigue viva y traspuesta, se esconde entre subterfugios desmontados con fuerza y virulencia periódicamente. Hace tiempo que salió del cuartel, de ahí pasó al confinamiento. Despojada de su ropa, sus zapatos, sus efectos personales, sus insignias, sus llaves…
Su pelo comenzó a declararse en guerra perdiendo vida, su piel seca y quebradiza, sus ojos más redondos y caídos, su perfil más angulado.
Aún y así conserva el ímpetu y la osadía, la fuerza y la presencia, un halo incuestionable, una atracción que fascina y enloquece, una rotunda ofensa contra legítimos inapropiados, un cobijo para los creibles.
Ella da miedo, no hace nada, no se mueve, solo fija el movimiento cercano, emana respeto, solidez y contundencia. Ella da sosiego, abre los brazos, escucha eterno, sabe ir, casi nunca vuelve, se ha construido su propio cuartel.
Ella se da miedo, sabe degustar el frío, saborearlo, sabe atemperar calidez en el gélido entorno.

Volvía de nuevo a las andadas para comenzar de nuevo, no recordaba la sensación de repetir a pesar de ya, varias ocasiones, tantas como los caprichos de mezquinos son capaces de desatarse.
Sintió miedo, miedo a lo que era suyo, miedo a lo legítimo, a lo propio, a pasar caminando entre pasillos, terror a encontrarse con una escaramuza, a las miradas, a la incertidumbre, a las expectativas, miedo al perdón ilícito.
Iniciaba la batalla del día a día, de donde salió hace años, sumaba ya varias casillas de salida. La peor la que le provocó un germen patógeno. Un antígeno virulento, si fuera persona sería psicópata inducido.
Trascurría el tiempo diferente, a ratos lento y ondulante, a otros rápido y fugaz, sin residuo, con lagunas, sin saber cómo fijarlo, sin rescoldos, con reinicio constante. Sabía esperar.





miércoles, 9 de enero de 2019

“VII Jornada de Innovación y Cuidados centradas en las personas”


Debo una crónica sobre el último evento celebrado en Palma de Mallorca “VII Jornada de Innovación y Cuidados centradas en las personas” y organizado por el Hospital Son Espases.



Una invitación a participar en encuentros que tratan de poner en valor el trabajo, el desarrollo y los resultados de los profesionales enfermeros en su entorno de trabajo es irrechazable desde mi punto de vista, pues creo que es un objetivo prioritario dentro de las organizaciones y responsabilidad máxima de quien tenga la responsabilidad en esos momentos.
A todo ello, suman dos factores importantes, los anfitriones, mi querida @duedevocación y @jmgavala Director de Enfermería del mencionado hospital, que junto con su equipo, acompañaron dando buena cuenta de cómo organizar y trabajar este tipo de eventos científicos y por otro lado, la participación compartida en la mesa inaugural con @virgiforero.   
Fue Virginia, quien tras una serie de inconvenientes inesperados, arrancó a través de conexión remota deleitándonos con sabor a “cuidado excelente” y desde la exquisitez profesional. Una reflexión desde el cuidado y la gestión de equipos y desde mi desviación gestora una reflexión aleccionadora para la microgestión. Ambas ya habíamos compartido previamente el análisis.De hecho me quedo con esto: experiencia:
1.       De nada sirven estas unidades de gestión de cuidados y sus recursos, si no hay una apuesta clara de las direcciones enfermeras por el cuidado y su gestión, por impulsar todo el potencial del cuidado de la organización.
2.       De nada sirven estas unidades de gestión de cuidados y sus recursos, si no hay gestoras asistenciales como líderes de cuidados, es decir, líderes formales en la gestión de cuidados, que ayuden a sus equipos asistenciales a gestionar todos los cuidados que se desarrollan en sus unidades motivando las buenas prácticas en salud.
3.       De nada sirven estas unidades de gestión de cuidados y sus recursos, si no hay enfermeras asistenciales como líderes clínicos de los cuidados que ofrecen. Cada enfermera entiende que la gestión del cuidado es también su prioridad.”


Así, Teresa dio paso, de una manera como ella solo sabe, desde el cariño y el reconocimiento, a presentarme y dar paso a la siguiente intervención donde traté de trasladar cuestiones de liderazgo aplicado al ámbito que nos compete desde una perspectiva no tan manoseada a como estamos acostumbrados.

Una primera parte para agradecer y reconocer sus logros de desarrollo a lo largo del año:


Varios han sido sus logros en procesos, la implantación de estrategia ICTUS, implantación de tecnologías para control material sanitario, el triaje de las matronas, el programa de formación en diálisis, etc…

Hablar de liderazgo me entusiasma y alargaría por ello el tiempo, tanto como me gusta analizar, desgranar, exponer la experiencia, compartirla y ¿por qué no? debatirlo, pero de ser así no hubiéramos llegado a la parte importante, que era el reconocimiento a los ganadores de los premios por los trabajos que optaron a la convocatoria.
Por ello ¿qué tal si empezamos por hablar de personas?
De unas y de otras, de las que están delante del cuidado y de las que están detrás del cuidado y no solo de quien recibe dichos cuidados… esas a las que también hay que cuidar. Y cuidar desde la confianza, desde la relación bidireccional forjada y construida desde la esperanza y la seguridad, a través de prácticas de gestión que faciliten esa realidad necesaria para el trabajo conjunto en busca del mejor producto.

La confianza es crítica y también necesaria para construir relaciones de trabajo.  Su ausencia o merma progresiva debilita las relaciones y el avance continuado, del mismo modo que el desarrollo y estabilización, redunda en contextos prolíficos. Las investigaciones al respecto así lo explicitan estimando que los déficits de este factor, propician relaciones precarias en ambos sentidos favoreciendo la mínima cooperación y las actitudes preventivas con escasa o nula predisposición y mucho menos la asunción de riesgos.
Es cierto que desde cualquiera de las partes deberíamos de buscar las claves necesarias para ofrecer credibilidad anticipada, sobre todo ante y entre el equipo, y sugerir de manera natural, para despertar la confianza, la necesaria antesala, confiabilidad.
Ambas partes necesitan de la confianza y para ello ser confiables. De parte de los líderes la primera es necesaria para mantener los niveles de interdependencia sujetos al alto grado de compromiso en proyectos y políticas de organización e implementación de procesos. De la otra parte, se sustenta en la necesaria cooperación y recreación de futuro compartido hacia la meta.

La confianza por tanto es necesaria y supone o sugiere tomar y decidir correr el riesgo con alguien y por algo. Mientras la confiabilidad supone dar por hecho que existen antecedentes o evaluación de atributos personales y actitudes sobre la parte “contratante”…habilidades, benevolencia, integridad, actitudes en el trabajo, ejemplaridad, ciudadanía, compromiso organizacional, resultados, percepción de efectividad, etc…en una relación que crecerá según el grado de implicación y logro, creciendo a su vez la satisfacción. Es esta última, aspecto clave, que según distintos estudios se relaciona en gran medida con el resultado de un ejercicio de liderazgo adecuado, lo que consecuentemente favorecerá entornos y desempeños también idóneos. 
Que duda cabe que el liderazgo está asociado también a la eficacia, a la aptitud frente el bienestar de la “comunidad” y el logro compartido.
Pero el liderazgo dónde y cuándo surge, cómo se muestra…
Un momento, en un lugar, una circunstancia, ante un evento crítico u otro con calma sosegada, de manera fortuita, inesperada o...necesitada. Lo que bien seguro parece, es que nunca aflorará el liderazgo hacia las personas, sin ejercer control sobre tu vida, es decir, el liderazgo de tu mundo interior, la verdadera circunstancia de ser con máxima plenitud.
¿Si uno no es consigo mismo, cómo lo va a ser con los demás?, ¿De qué manera puede poner el propósito hacia los demás desconociéndose a sí mismo?, ¿cómo estabilizar las relaciones y mantener los flujos de comunicación, sin autoconocimiento para llegar a los demás?
En los entornos de salud, los profesionales enfermeros ejercen liderazgos de distinto nivel, en la relación con el paciente, en la relación gestora con sus profesionales, en la interdisciplinar, en la relación o el desempeño con la micro, macro y ojalá fuera más, con la mesogestión.
Desde ese marco y siempre desde la responsabilidad profesional, los profesionales deben asumir distintas responsabilidades:

-La responsabilidad corporativa
-La responsabilidad política
-La responsabilidad interprofesional
-La responsabilidad sobre el futuro.








Un profesionalismo moderno que asuma con naturalidad y soberana pertinencia los retos del futuro, nuevos tiempos, nuevos escenarios.


Lo siguiente que expuse fue un proyecto implantado con éxito, una estrategia globalizadora con los profesionales y hacia los pacientes basado en el liderazgo como estrategia. Un modelo necesario para entender el futuro de las organizaciones, al menos desde el cuidado.





Acciones representativas como los Jueves Enfermeros, el plan de Formación como eje vertebrador de la estrategia, formación de impulsores, Plan de Innovación, la Mejora Continúa como eje transversal, las Redes Sociales como herramienta facilitadora en la comunicación interna y en la externa como canales de traslación del conocimiento, y otras tantas iniciativas más de carácter colectivo. 
También individuales, de los propios profesionales que protagonizaron procesos impulsados para el desarrollo y con la certeza de resultados.


Un entorno y contexto de liderazgo positivo, de escucha a los profesionales en el que se persiguió detectar el talento las capacidades y las actitudes, así como la participación.

"Se entiende que el liderazgo tiene pocas probabilidades de avanzar en la enfermería, si no es innovando por medio de actitudes innovadoras, de proyectos e inversiones personales y grupales y por la unión de todos los enfermeros."
Lanzoni GMM, Meirelles BHS,Liderazgo del enfermero: Una revisión integradora de la literatura. Latino-Am- Enfermagen. Mayo Junio 2011.

Una experiencia probada y con resultados de cómo gestionar y dirigir los cuidados en una organización sanitaria, innovando.




                                                                                      Hospital Son Espases, Palma de Mallorca.                                                                                           12 de diciembre 2018