CARMENCITA

Entra firme y ágil como plantando cara, enérgica y situando a cada uno en su sitio, nadie se rebela ni apunta maneras, acaba de llenar la cafetería con su paso y los demás siguen tomando su café, su mirada es inquietante, te aborda y ya no te meneas, el mensaje invisible dice, -qué pasa aquí. Nadie osaría contradecir, pero todos saben quién puede y no debe. Ni atisbar una observación, seguro que tiene una carta que pone su nombre. Contundente y firme, también poderosa. Procede saludar, entre la timidez y no sentir que fueras objeto de interés, -¿dije poderosa? Y rápida, sagaz, valiente, inquieta, intrépida, testaruda y "arropadora", comprensiva, sensible… No dio tiempo a decidir cuando recogiendo mi café, una voz firme y perturbadora de tono masculinamente femenino y con usual autoridad me alerta y pone firme, -¿cómo vas?, ¿aprobarás todo, no?, te he puesto en cartelera, el 2 de julio estás en turno de tarde, así que tu verás. Muchos años ya de esto, cuando no supe c...